sábado, 7 de noviembre de 2015

CONCECUENCIAS

•Conforme se extiende entre la población la televisión por cable o de pago, los canales locales de televisión quedan en desventaja en cobertura; el apagón es un motivo para forzar a esos canales a que se actualicen para emitir TDT; además, con el fin de las señales analógicas, se libera ancho de banda utilizable para ser empleado por más canales de TV.

•La inexistencia de un amplio parque de aparatos capaces de recibir y procesar la señal TDT hace que las fechas previstas para llevar a cabo dicho apagón queden en entredicho. La comercialización de sintonizadores externos, en lugar de la inclusión de éstos en los receptores y grabadores de TV, ha creado una incertidumbre sobre la viabilidad de los plazos arriba indicados.


•Por una parte, el número de receptores (o demás aparatos como grabadoras, que incorporan un antiguo sintonizador analógico) que existe en cada hogar es normalmente de más de uno y cada uno de ellos requiere su propio sintonizador digital. Por otra parte, también está la imposibilidad de que el sintonizador externo pueda ser comandado por el grabador. Todo ello ha dado como resultado el que no se haya extendido, como hubiera sido deseable, el parque de receptores (o sintonizadores externos) de TDT.


La obligación de la suspensión de las emisiones analógicas queda en entredicho debido al riesgo de una pérdida relevante en el número de telespectadores, pérdida que puede influir en las cadenas comerciales que basan sus ingresos en la publicidad y en la audiencia


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